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Desconexión automática

No es lo normal, la desconexión debería ser automática. Sin embargo, continúo mirando hacia otro lado para poder caminar en línea recta.

Donde antes solo había lágrimas, ahora por primera vez hay risas. Sonrisas en un pequeño bote que se abre para recordar la receta de la felicidad.

Empezando a recorrer este sendero, aún no llego a ver el lugar dónde acaba, aunque tampoco creo que tenga final. Cada bifurcación que escojo representan una vida con una opción menos.

Gritos desde el fondo de mi corazón buscan una respuesta más intensa. Respiro con dificultad entre los árboles de las razones que deberían llevarme a olvidarte.

Siento la mirada de las nubes a cada paso que doy, juzgando lo que hice mal. Intentando guiarme hacia la salida sin suerte. La cabezonería de una niña que no sabe lo que desea, pero quiere desear.

Pero el miedo no volverá a recorrer mi cuerpo jamás. Con inseguridad pero con paso firme, aun sabiendo que me puedo equivocar.

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